¿Cómo actúa un hombre agresor?

¿Cómo actúa un hombre agresor?

¿Cómo actúa un hombre agresor?

Con una larga cabellera negra, ojos grandes y negros enmarcados en cejas copiosas y bien arqueadas, Wilenia Vásquez Marte era una mujer hermosa. Fue asesinada por su expareja en junio pasado. Lo más lejos que tenía Wilenia cuando conoció a Alfonso Valdez, era que él la iba a matar.

Cuando una relación inicia, cuando “el amor florece”, hombres y mujeres no nos detenemos a analizar ciertas conductas celotípicas de nuestra pareja y si por algún motivo lo hacemos y vemos algo que no nos gusta lo más común es pensar “después que estemos juntos él (o ella) cambia”. Pero hay ciertos patrones de conducta en los cuales ese cambio para lo “positivo” no se da. Al contrario.

Por eso es importante saber con quién formamos pareja; sea mediante unión libre (concubinato) o en matrimonio.

De acuerdo con las estadísticas, somos las mujeres quienes estamos cargando con la peor parte: la violencia machista nos está asesinando. Es una verdad registrada en las estadísticas que hablan de más de 60 feminicidios en lo que va de año.

El Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (Pacam) editó un libro titulado “Verdades sobre el agresor”, basado en la experiencia clínica del abordaje con hombres agresores.

Uno de los capítulos que más llama la atención es “Tipos de agresores”, en el que identifica a cuatro: Pitbull o quebranta hueso; Cobra o psicopático; Hipercontrolado y Cíclica o emocionalmente inestable.

Entre las características del agresor tipo Pitbull están que es muy propenso a la rabia; si llega molesto de la calle te golpea; cuando la mujer duerme la despierta para atacarla y preguntarle sobre cosas pasadas; golpea hasta dejar a la mujer casi muerta; rompe clavícula, brazos, dedos, costillas, tímpano del oído, rompe o desvía tabique nasal; golpea y (como si fuera poco) luego obliga a la mujer a tener relaciones sexuales.

El agresor tipo Cobra es frío y calculador al momento de atacar; busca sorprender a la mujer; puede agredir sin sentir culpa; obliga a la mujer a tener relaciones sexuales con desconocidos frente a él; quema con colilla de cigarrillo; atribuye la culpa a la víctima; le dice a la mujer cómo la va a matar.

El hombre agresor cíclico o emocionalmente inestable casi siempre está de mal humor y se irrita por todo fácilmente; cambia de humor con facilidad por lo que en un momento puede estar contento y en otros molesto. Sabe cómo golpear a la mujer sin dejar marcas visibles; pide perdón y asegura que cambiará cada vez que ocurre un episodio violento.

Otra de sus características, de acuerdo con el libro “Verdades sobre el agresor” es que tras insultar y golpear a la mujer teme a que ella lo deje “y puede decir que se va a suicidar, se tira en el piso llorando y pidiendo que lo perdones que no volverá a hacerlo, que eres la mujer de su vida, que eres una mujer seria, que no puede vivir sin ti”. Además, “te hace cartas de amor, te invita a salir, te da regalos para luego volver a maltratarte”.

El agresor hipercontrolado “es un fanático del control” y la ira que desata con su pareja es como resultado de acumular mucha presión que nada tiene que ver con ella.
“Hace comentarios negativos de otras mujeres, de sus formas de vestir, arreglarse, comportarse, que te hace pensar que tú no lo debes hacer porque a él no le gusta”. La mujer que vive con este tipo de agresor, no puede mover objetos dentro de su casa para que él no se moleste como tampoco puede invitar familiares a la casa para que éste no se moleste.

Este tipo de agresor hace comentarios negativos de las amistades de la mujer “para que te aísle de ellas (dice que son mala influencia para ti, que tus amigas son unos ´cueros´, que tus amigos están contigo porque quieren algo)”.

“Verdades sobre el agresor”, escrito por las terapeutas Soraya Lara, Evelin González, Sarai Ogando, Yanira Lara y Gloria Angelita Mármol, no tiene desperdicios. Es una ventana disponible para que las mujeres conozcamos características de los agresores con los que convivimos en nuestro suelo patrio. Incluso, un espejo para los hombres que puedan verse reflejado en sus páginas y requieran con un urgencia un cambio en su conducta.