Violencia en el seno familiar
Cuando hablamos de la violencia intrafamiliar nos referimos al uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a un miembro del hogar. Se trata del abuso psicológico, sexual o físico que sucede entre personas relacionadas afectivamente como son: esposos, o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.
Respecto a los maltratos que se dan a lo interno de la familia, el físico es el más evidente, ya que el agresor golpea partes del cuerpo, utiliza objetos, hala el pelo etc. Comúnmente, el agresor es de sexo masculino aunque existen casos en que la mujer es la que comete dicha acción.
Muchas víctimas de la violencia doméstica entienden que el maltrato psicológico es aún peor que el maltrato físico. Los moretones y los golpes desaparecen con el tiempo, pero el dolor y el resentimiento que les causa el maltrato psicológico puede que no desvanezcan nunca.
El maltrato psicológico aparece, por lo general, antes del físico. Comienza con insultos, continúa con intimidaciones, desprecios y, en algunas ocasiones, con el aislamiento de la víctima, hasta llegar a convencerla de que es merecedora de las agresiones que sufre; con esto el agresor garantiza que la agredida no comunicará lo que le sucede.
En República Dominicana, la violencia intrafamiliar es alta. Se estima que el 64% de las familias viven algunas situaciones de violencia. Aunque cabe resaltar que en el año 2016 se redujo en comparación a los años anteriores. Según datos encontrados en el portal de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), en el 2016 se registraron 70,864 denuncias de violencias; 6,441 fueron de delitos sexuales, y las otras 64,423 fueron de violencia intrafamiliar y de género.
De las mujeres que sufren violencia dentro de su hogar, muchas afirman que esto se debe a la falta de información (en los casos más marginados) y a que desde pequeñas han sido maltratadas. Las mismas creen que su papel como esposas es estar bajo el mandato de su pareja y aguantar sus caprichos. En ocasiones, son amenazadas con ser separadas de sus hijos o chantajean con lastimar a alguien de su familia.
Por otro lado, los niños suelen tener padres poco conformes, incapaces de aceptar que todo lleva un proceso y necesitan de mucha tolerancia y amor para su profundo aprendizaje; muchos padres recurren a los golpes como estrategia de castigo sin saber que están creando niños frustrados y con poco conocimiento de la palabra violencia.
En este país, la violencia intrafamiliar es penalizada, dependiendo bastante de la relación existente entre el agresor y la víctima, al daño, a la incidencia y a la superioridad con que actúe el agresor.
La muerte de mujeres víctimas de la violencia doméstica sigue siendo uno de los graves problemas de la sociedad dominicana, por lo que el liderazgo nacional tiene que promover acciones concretas con el objetivo de alcanzar su plena protección.
Es importante orientar sobre la violencia intrafamiliar, especialmente, a las mujeres y los niños. Asimismo, concienciar a las personas de cómo evadirla, cuándo denunciar y cuáles medidas hay que tomar en caso de que ocurra en nuestro núcleo familiar. A su vez, es bastante significativo pensar qué podríamos hacer para erradicarla, pero al parecer suele ser demasiado difícil, pues cada vez hay más víctimas que sufren violencia.