Violencia contra la mujer y mitos que contribuyen a mantenerla

Violencia contra la mujer y mitos que contribuyen a mantenerla

Violencia contra la mujer y mitos que contribuyen a mantenerla

Sexo y Género

La violencia de género tiene que ver con “la violencia que se ejerce hacia las mujeres por el hecho de serlo”, e incluye tanto malos tratos de la pareja, como agresiones físicas o sexuales de extraños, mutilación genital, infanticidios femeninos, entre otros.

Hay que distinguir entre las diferencias debidas al sexo, que alude a las diferencias biológicas y anatómicas entre hombres y mujeres, de las establecidas por el género, que alude a los diferentes rasgos y roles que deben tener y desempeñar hombres y mujeres (lo masculino y lo femenino) como producto de una construcción puramente social y utilitaria (Alberdi y Matas, 2002).

La violencia de género se produce fundamentalmente cuando existen vínculos afectivos o de parentesco o relaciones de poder en el entorno laboral, normalmente, el agresor es un conocido, de ahí la reincidencia de los episodios.

Susana Velázquez (2003) amplía la definición de violencia de género y establece que esta  abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia, es todo ataque material (económico) y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y/o física.

La violencia de género procede de la desigualdad entre hombres y mujeres, y se debe a una creencia alimentada por la mayoría de las culturas, de que el hombre es superior a la mujer con quien vive, que es posesión suya y que puede ser tratada como él juzgue adecuado, la violencia de género nace en consecuencia de la desigualdad cultural y social entre hombres y mujeres, es común a muchas sociedades, aunque en cada una puede adoptar formas distintas.

Existe una relación entre violencia, poder y roles de género, aunque la sociedad va cambiando, los estereotipos acerca de los roles asociados a cada género han aludido a una supremacía del hombre con respecto a la mujer, al haber asignado a los hombres, a lo largo de la historia, valores como el dominio, el poder y el control frente a  la sumisión y dependencia de las mujeres, lo que, a largo plazo, puede llevar al uso de la violencia como un instrumento para mantener su autoridad, la violencia sería consecuencia de un desequilibrio de poder dentro de la pareja.

El hombre, por su constitución física, tenía la labor fundamental de la caza y la guerra, mientras que la mujer tenía el cuidado de los hijos, para el hombre el desarrollo de la violencia era positivo para su labor, para la mujer lo era la capacidad verbal, para poder evitar la violencia que únicamente podría perjudicarla físicamente a ella y a sus hijos, y comunicarse con su entorno, normalmente otras mujeres en su misma situación. Estas diferencias se han plasmado en las diferentes capacidades de hombre y mujeres, los hombres con la fuerza física y una mejor capacidad visoespacial y las mujeres con mejor fluidez verbal y miedo a la violencia física.

Algunos mitos que contribuyen a que la violencia contra la mujer se mantenga

  • Es mejor que la mujer aguante al lado de su pareja por los hijos.

Lo cierto es que los hijos se convierten en una víctima más del maltrato, de forma directa o indirecta, a  largo plazo los modelos violentos de los padres les favorecen que puedan aprender comportamientos violentos que pueden repetir en sus futuras relaciones, ya sea como víctima o como agresor, a corto plazo, presenciar la angustia y miedo de su madre les genera la confusión e inseguridad, diversas investigaciones demuestran que los niños expuestos a conductas violentas presentan promedios más altos en medidas de ansiedad, depresión y síntomas traumáticos (Adamson y Thomson, 1998; Holden, Geffner y Jouriles, 1998).

  • El maltrato es un asunto privado de la familia y nadie debe inmiscuirse.

El maltrato es un asunto social, se trata de un delito tipificado en el Código Penal, tiene el aspecto moral de defender a alguien que no puede hacerlo solo.

  • Con el tiempo el maltratador cambiará.

Las situaciones de maltrato, con el tiempo, tienden a empeorar.

  • Se da en casos raros y aislados.

Es un problema social que puede afectar a cualquiera, según datos estadísticos una de cada cinco mujeres es víctima de violencia (Labrador, Rincón, de Luis y Fernández, 2004) y afecta a todas las clases sociales por igual.

  • El maltrato psicológico no es tan grave como el maltrato físico.

Las continuas desvaloraciones y humillaciones pueden provocar secuelas graves en la salud mental e incluso física de la mujer.

Maritza de Jesús S.

Psicóloga clínica / Esp. En intervención familiar sistémica